El sector agrícola siempre ha sido uno de los puntales de la economía pinosera, y aunque actualmente no es tan importante su peso económico, sí lo son los valores tradicionales, históricos y paisajísticos que sigue representado esta actividad para nuestro municipio.
No hay más que observar el paisaje cambiante de nuestros campos a lo largo del año, pasando de los matices terrosos del invierno al verde primaveral, hasta llegar al ocre otoñal que precede a la caída de las hojas una vez acabada la época de recolección.
La bondad climática de la zona y la calidad del terreno favorecen la presencia en estas tierras de cultivos como el olivar, el almendro, frutales y primordialmente la vid, proporcionando excelentes caldos que elaboran y comercializan las bodegas y cooperativas del municipio.
El término municipal es amplio y, por ello, existe una extensa red de caminos rurales que ayudan a acceder a las partidas rurales y las parcelas de cultivo.